miércoles, 22 de octubre de 2025
Vengo a liberar a los míos de las trampas de los engañadores y a llevar a todos mis hijos dispersos en mi horno de amor. Vengo a reunirte, vengo a reunirlos, y nadie quedará atrás
Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo a Christine en Francia el 17 de octubre de 2025

[EL SEÑOR] No os distraigáis, porque este no es un tiempo para la distracción sino para construir. Por todas partes se está produciendo destrucción; por todas partes se está llevando a cabo una abolición. Mi Ley de amor está enterrada; Mi Santo Nombre es escarnecido. ¿Qué será de los engañadores de muerte, aquellos que se revuelcan en la cultura de la muerte, los nihilistas? Por la guadaña serán segados, por la guadaña perecerán.
Recordad Mi Nombre, vosotros que os burláis y mofáis, no medís vuestra derrota porque estáis ciegos, porque creéis ser omnipotentes. Vuestra negación, vuestro rechazo, vuestro non serviam os llevan a la cúspide de la derrota, y vuestro nombre es “sin camino.” ¡Oh! Dejad de ser incrédulos, bajad vuestra soberbia, ved el engaño del que miente, se burla y mata a mis hijos ofreciéndoles el pergamino del orgullo.
Para entrar en la Morada, el hombre debe humillarse, callar, negarse y dejar florecer dentro de sí mismo la gavilla de Fuego de Mi santificadora Presencia. Hijos míos, estoy con vosotros cada momento de vuestras vidas. Nunca ceso de llamaros, de soplar sobre vosotros mi perfume de vida para que crezcáis y descanséis en mis jardines y encontréis el camino a la paz. Hijos míos, escuchad Mi voz, sentid Mi aliento sobre vosotros, que viene a daros vida, verdadera Vida. Olfatead Mi perfume, venid a Mi Río y saboread el Agua Viva de Mi Corazón. En cada momento de vuestras vidas, estoy con vosotros, os espero y os llamo, y os traigo el Agua Viva que os llevará a la Resurrección. No permitáis que os distraigan o perturben, pero en el camino que os lleva a Mi Cielo de Gloria, abrid vuestros corazones para Mí, para que ponga dentro de vosotros la Sal de verdadera Vida en Mí quien soy vuestro Salvador.
Llamadme, invocadme, habladme, venid a Mí! No escuchéis las mil voces de los sepultureros, sino venid a Mí con confianza. Vengo a poner Mi paz dentro de vosotros y vestiros con Mi amor. Mi Fuerza se convertirá en vuestra fuerza, y pasaréis por pruebas con victoria en vuestras manos. No temáis ni al dolor ni al castigo, porque Yo estoy a vuestro lado, y vengo a colocar tanto la paz como la fortaleza dentro de vosotros. Entregaos totalmente a Mi Divina Voluntad y recibiréis una lluvia de gracias y seréis victoriosos sobre las Tinieblas.
Hijos, pronto vendré a liberar este mundo del terror. Vendré a ahuyentar la Mentira y a descubrir a los mentirosos. Vendré a acunar a los hijos en Mi Corazón, a todos los hijos de Mis cortes, y traerles fortaleza. Vengo a marcaros con Mi Sello para protegeros; los malvados no podrán alcanzaros, no seréis engañados, y en silencio caminaréis erguidos. Hijos de Mi Corazón, vengo a liberar a los Míos de las trampas de los engañadores y a llevar a todos Mis hijos dispersos en Mi fuego abrasador de amor. Vengo a reuniros, vengo a juntaros, y nadie quedará atrás. Hijos, vuestra liberación depende de vuestra elección. Venid a Mí y viviréis; venid a Mí y os traeré Mi ayuda! Vosotros que sois Mis elegidos, entrad en Mis cortes; os espero al umbral y he preparado para vosotros, para cada uno de vosotros, el banquete nupcial. Avanzad, seguid Mis pasos, caminad por Mis caminos y viviréis! Vengo a llenar vuestros corazones con Mi Presencia y traer el dulce Vino del éxtasis a vuestras almas. ¡Oh Mis hijos, practicad Mi Ley de amor y el bálsamo de la paz llenará vuestros hogares!
Hijos, venid a Mí! Os espero. Pondré Mi Espíritu en vosotros y viviréis(1)! Vengo a buscar a los Míos y traerles las Buenas Nuevas de Salvación. Vengo a cubriros con Mi manto y liberaros de los sepultureros. Vengo a traeros la Sal de vida. Vengo a traer Mi Morada en cada uno de vosotros, y seréis libres de todos los sepultureros, hijos. Vengo a traeros tanto Fuego como Llama! Vengo a tomar a los Míos y llevarlos al Cielo de Mi Corazón. No temáis, sino alegraos! ¡Sí, alegraos, vosotros que os alegraréis con gozo en el Corazón de vuestro Salvador! Os he dicho, vengo a buscar a Mis propios, a cubrirlos con Mi manto y llevarlos a Mi morada, la del Bienaventuranza eterna. En Mis cortes, os acostaré, y os alegraréis con gozo, todos vosotros que Me amáis, que os acercáis a Mí, que oráis por Mí, que invocáis Mi Nombre! Soy el Buen Pastor que viene a reunir Sus ovejas y elevarlas a Mi Gloria, para llevarlas a Mi Cielo de Gloria y liberarlas de los sepultureros de estos tiempos.
Hijos, poned vuestros pies en Mis cortes para que os marque con Mi Sello, todos vosotros que sois Míos, que venís a buscar refugio bajo Mi Santo Nombre. Soy vuestro Refugio, y vosotros sois Mis amados!
(1) Cf. [Ezequiel 36:27]
Fuente: ➥ MessagesDuCielAChristine.fr